miércoles, 8 de octubre de 2014

"El milagro del ahorcado", Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial

"El milagro del ahorcado" y también el conocido como "Del gallo y la gallina" de Santo Domingo de la Calzada ha sido declarado por el Gobierno de la Rioja como Bien de Interés Cultural también conocido por sus siglas BIC, en la categoría de Carácter Inmaterial, siendo la primera ocasión en que se otorga esta distinción en nuestra región.
 
De esta forma se pone fin al proceso iniciado en el mes de junio del año pasado por parte de la Consejería de Educación, Cultura y Turismo, cuando se inició el expediente y se notifico el mismo al Ministerio de Cultura para su tramitación en el Registro General de Bienes de Interés Cultural.
 
Este milagro, que es leyenda viva de la historia de Santo Domingo y además una de las leyendas más repetidas del Camino de Santiago recuerdan "que entre los muchos peregrinos compostelanos que hacen alto en esta ciudad para venerar las reliquias de Santo Domingo de la Calzada, llegó un matrimonio alemán con sus hijo de dieciocho años llamado Hugonell, procedente de Ad Sanctos (Xanten en la diócesis de Münster, pero hasta 1821 del Arzobispado de Colonia).
 
La chica del mesón donde se hospedaron se enamoró del joven Hugonell, pero ante la indiferencia del muchacho, decidió vengarse. Metió una copa de plata en el equipaje del joven y cuando los peregrinos siguieron sus camino, la muchacha denuncio el robo al Corregidor.
 
Las leyes de entonces (Fuero de Alfonso X El Sabio), castigaban con pena de muerte el delito de hurto y una vez fue prendido y juzgado, el inocente peregrino fue ahorcado.
 
Al salir sus padres camino de Santiago de Compostela, fueron a ver a su hijo ahorcado y. cuando llegaron al lugar donde se encontraba, escucharon la voz del hijo que les anunciaba que Santo Domingo de la Calzada le había conservado la vida. Fueron inmediatamente a casa del Corregidor de la Ciudad y le contaron el prodigio-
 
Incrédulo el Corregidor contestó que su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina que él se disponía a comer.
 
En ese preciso instante el gallo y la gallina saltando del plato se pusieron a cantar.
 
Desde entonces se dicen los famosos versos de : Santo Domingo de la Calzada//donde cantó la gallina después de asada".
 
Precisamente para recuerdo de este milagro, en la misma catedral de Santo Domingo se encuentra un pequeño gallinero en el que viven durante todo el año un gallo y una gallina vivos, que ahora además están protegidos por ley así como la catedral del Salvador de forma que cualquier intervención en ella debe ser notificada y autorizada por el Gobierno regional previo informe del Consejo de Patrimonio.

 

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